Lloramos la muerte de los que fallecieron durante los ataques del World Trade Center. ¡Reforzamos nuestra intención de arrojar el capitalismo hambriento por la guerra! 11 de Septiembre, 2001 Traducido por Células de Estudio para la Liberación de Aztlán y América Latina El Movimiento Maoísta Internacionalista se une al mundo entero para llorar la muerte de los paisanos asesinados durante los ataques del World Trade Center y el Pentágono. Su lamentable muerte, igual que la muerte de millones de niños que, siendo víctimas del imperialismo militarista, cada año fallecen de hambre y enfermedades, podría haber sido impedida. Dichos ataques no podrían haber sido impedidos por una mayor consolidación de las fuerzas militares amerikanas o el aparato de espionaje. Igualmente, los futuros ataques tampoco pueden ser impedidos mediante bombardeos de represalia, asesinatos de "terroristas" putativos invadiendo los llamados "países delinquentes" o restricciones internas de derechos civiles. La obsoleta idea de Bush sobre "la paz por vía de fuerza" ha fallado. A lo largo de la historia, siempre ha habido un país más fuerte que los demás, y eso jamás ha detenido la guerra. La razón de estos ataques no es, como sostienen los quasi-fascistas, el hecho de que el ex- presidente Clinton había sido "suave" y había "desmantelado las fuerzas militares de EE.UU." La política militar intrenacional de Clinton fue muy agresiva; bombardeos de plantas de tratamiento de agua en Iraq, fábricas de aspirina en Sudán, puentes en Yugoslavia, así como la implementación de tropas en varias partes del planeta, desde Albania hasta Somaila,- fueron unas de las acciones que avivaron la rabia internacional en contra de EE.UU. La "activa" política militar de Clinton inclusive llegó a ser uno de los temas de discusión en la agenda de las últimas elecciones. Tanto los republicanos como los demócratas representan un grupo de gente que saca provecho de guerras mundiales. Por lo tanto, no se atreven a tomar medidas agresivas para preservar la paz a largo plazo. Cualquier solución técnica y militar del problema de la paz está condenada a fallar. Ya es tiempo de cambiar el viejo modo de pensar para acabar con las causas de los conflictos humanos-la producción con fines lucrativos, el sistema de clase, luchas por la tierra, etc. Por difícil que resulte alcanzar, el comunismo es el único modo de resolver dichos problemas. Inmediatamente después del ataque, el presidente George Bush afirmó: "esta mañana ha sido atacada la libertad, pero la libertad será defendida". Sin embargo, por más de cien años, EE.UU. ha pisoteado la libertad de pueblos por todo el mundo. A fines del siglo 19, llevó a cabo una guerra genocida en Filipinas. A mediados del siglo XX, un millón de personas perdieron sus vidas a causa de un golpe de estado respaldado por EE.UU. en Indonesia. La futil agresón amerikana en el Sureste de Asia realizada en nombre de "la paz" y "lalibertad", mató a más de tres millones de personas. Inclusive hoy día, millones de niños pierden sus vidas a consecuencia de sanciones contra Iraq respaldadas por EE.UU. EE.UU. brinde ayuda financiera y respalda de una manera sutil las ofensivas militares de Israel en el territorio palestino, por ejemplo, el bombardeo de un campo de refugiados en las afueras de Jenin que tuvo lugar ayer. EE.UU. bombardea países que se niegan a seguir la corriente amerikana, respalda guerras de baja intensidad para que los corruptos y brutos gobiernos- desde Colombia hasta las Filipinas y Turquía- se mantengan en el poder. "Accidentes" militares, desde el bombardeo de la embajada china hasta el hundimiento de Ehime Maru, ocurren con una frecuencia regular. La lista de crímenes casi no tiene fin. La culpa que uno puede echar a los pueblos oprimidos por atacar las fuerzas militares de EE.UU. y las instituciones del imperialismo amerikano, no es mayor que la culpa de George Washington por haber atacado a los ingleses, o la de Nat Turner por haber atacado a los dueños de esclavos, o la de Mao Tse Tung por haber atacado a los invasores japoneses. Al contrario, deberíamos abolir las causas de la guerra. Encuestas de opinión pública muestran que los americanos ya lo saben. Es tiempo de que emprendan acciones y que actúen de una manera más feroz que nunca, ya que la toleración de una constante causa de la guerra, por insignificante que sea, puede poner en peligro la exsistencia misma de la especie humana. Los conflictos del Medio Oriente es una razón suficiente para una dictadura global del proletariado. El proletariado no debería soportar ni un solo porciento de probabilidad de la destrucción nuclear o biológica a causa de una guerra originada por la agresividad o, como se dice, "avaricia" capitalista. Es como si se estuviera jugando a la ruleta rusa con una bala por cien cámaras. La probabilidad de sobrevivir al cabo de 50 lanzamientos no sobrepasa el 60.5%. En otras palabras, un porciento de probabilidad de que se inicie una guerra mundial, por insignificante que parezca, implica una catástrofe irrevocable. Después de 100 años de lanzamiento de la ruleta rusa, la posibilidad de sobrevivir constituye el 36.6%. Al cabo de 200 años, la cifra se reduce al 13,4%. Para el beneficio de millones de víctimas del capitalismo y el imperialismo, así como para el beneficio de futuras generaciones de