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XXII. METODOS DE PENSAMIENTO Y DE TRABAJO

La historia de la humanidad es la historia del continuo desarrollo del reino de la necesidad al reino de la libertad. Este proceso no tiene término. En las sociedades en que existen clases, la lucha de clases no tiene fin. En la sociedad sin clases, jamás terminará la lucha entre lo nuevo y lo viejo, y entre lo justo y lo erróneo. En los terrenos de la lucha por la producción y de la experimentación científica, la humanidad está en constante progreso y la naturaleza en constante desarrollo; nunca se quedan en un nivel determinado. Por lo tanto, el hombre necesita sintetizar constantemente sus experiencias, y descubre, inventa, crea y avanza. Todas las ideas en favor del estancamiento, el pesimismo, la inercia o la complacencia son erróneas. Lo son porque no corresponden ni a los hechos históricos del desarrollo de la sociedad humana a lo largo de cerca de un millón de años, ni a los hechos históricos de la naturaleza conocidos par nosotros hasta la fecha (por ejemplo, la naturaleza tal como se refleja en la historia de los cuerpos celestas, de la tierra, de la vida y de otros fenómenos naturales).

Pasaje citado en el Informe del Primer Ministro Chou En-lai ante la I Sesión de la Asamblea Popular Nacional (tercera legislatura) sobre la labor del Gobierno (21 y 22 de diciembre de 1964).

Las ciencias naturales son una de las armas del hombre en la lucha por su libertad. Con el fin de lograr la libertad dentro de la sociedad, el hombre utiliza la ciencia social para comprenderla, transformarla y realizar la revolución social. Con el objeto de lograr la libertad en la naturaleza, el hombre utiliza las ciencias naturales para comprenderla, conquistarla y transformarla, y así logrará la libertad en alla.

Discurso en la reunión inaugural de la Sociedad de Investigaciones de Ciencias Naturales de la Región Fronteriza de Shensi-Kansú-Ningsia (5 de febrero de 1940).

La filosofía marxista --el materialismo dialéctico-- tiene dos características sobresalientes. Una es su carácter de clase: afirma explícitamente que el materialismo dialéctico sirve al proletariado. La otra es su carácter práctico: subraya la dependencia de la teoría respecto a la práctica, subraya que la práctica es la base de la teoría y que ésta, a su vez, sirve a la práctica.

Acerca de la práctica (julio de 1937) Obras Escogidas, t. I.

La filosofía marxista considera que el problema más importante no consiste en comprender las leyes del mundo objetivo para ester en condiciones de interpretarlo, sino en aplicar el conocimiento de esas leyes para transformar activamente el mundo.

Ibíd.

De dónde provienen las ideas correctas del hombre? Caen del cielo? No. Son innatas en su cerebro? No. Provienen únicamente de la práctica social, de los tres tipos de práctica social: la lucha par la producción, la lucha de clases y la experimentación científica.

De dónde provienen las ideas correctas? (mayo de 1963).

El ser social del hombre determine su pensamiento. Las ideas correctas características de la clase avanzada, una vez dominadas por las masas, se convierten en una fuerza material que transforma la sociedad y el mundo.

Ibíd.

En su práctica social, el hombre sostiene toda clase de luchas y extrae ricos experiencias tanto de sus éxitos como de sus fracasos. Innumerables fenómenos del mundo exterior objetivo se reflejan en el cerebro del hombre por media de los órganos de los sentidos--la vista, el oído, el olfato, el gusto y el tacto--. Al comienzo, el conocimiento es sensorial. Al acumularse suficiente conocimiento sensorial, se produce un salto al conocimiento racional, es decir, a las ideas. Este es un proceso en el conocimiento. Es la primera etapa del proceso global del conocimiento, etapa que conduce de la materia objetiva a la conciencia subjetiva, de la existencia a las ideas. En esta etapa, aún no se ha comprobado si la conciencia o las ideas (incluyendo las teorías, principios políticos, planes y medidas) reflejan correctamente las leyes del mundo exterior objetivo, aún no puede determinarse si son acertadas o no. Luego, viene la segunda etapa del proceso del conocimiento: la etapa que conduce de la conciencia a la materia, de las ideas a la existencia, etapa en que se aplica a la práctica social el conocimiento obtenido en la primera etapa para ver si esas teorías, principios políticos, planes o medidas consiguen los éxitos esperados. En términos generales, lo que obtiene éxito es correcto, y lo que fracasa, erróneo; esto sucede especialmente en la lucha del hombre con la naturaleza. En la lucha social, las fuerzas que representan a la clase avanzada a veces sufren reveses, no porque sus ideas sean incorrectas, sino porque, en la correlación de las fuerzas en lucha, no son, por el momento, tan poderosas como las fuerzas reaccionarias; en consecuencia, fracasan temporalmente, pero han de triunfar tarde o temprano. A través de la prueba de la práctica, se produce otro salto en el conocimiento del hombre. Este es más importante que el anterior, porque sólo éste puede probar si es acertado o erróneo el primer salto en el conocimiento, o sea, las ideas, teorías, principios políticos, planes o medidas formuladas en el curso de la reflexión del mundo exterior objetivo. No hay otro medio de comprobar la verdad.

Ibíd.

A menudo, sólo es posible llegar a un conocimiento correcto después de muchas repeticiones del proceso que conduce de la materia a la conciencia y de la conciencia a la materia, es decir, de la práctica al conocimiento y del conocimiento a la práctica. Esta es la teoría marxista del conocimiento, la teoría materialista dialéctica del conocimiento.

Ibíd.

Quien quiera conocer una cosa, no podrá conseguirlo sin entrar en contacto con ella, es decir, sin vivir (practicar) en el mismo media de esa cosa. (...) Si quieres conocer, tienes que participar en la práctica, en la transformación de la realidad. Si quieres conocer el saber de una pera, tienes tú mismo que transformarla comiéndola. (...) Si quieres conocer la teoría y los métodos de la revolución, tienes que participar en la revolución. Todo conocimiento auténtico nace de la experiencia directa.

Acerca de la práctica (julio de 1937). Obras Escogidas, t. I.

El conocimiento comienza por la práctica, y todo conocimiento teórico, adquirido a través de la práctica, debe volver a la práctica. La función activa del conocimiento no solamente se manifiesta en el salto active del conocimiento sensorial al racional, sine, lo que es más importante, también debe manifestarse en el salto del conocimiento racional a la práctica revolucionaria.

Ibíd.

Es bien sabido que, al realizar una cosa, cualquiera que sea, a menos que comprendamos sus circunstancias reales, su naturaleza y sus relaciones con otras cosas, no conoceremos las leyes que la rigen, ni sabremos cómo hacerla, ni podremos llevarla a feliz término.

Problemas estratégicos de la guerra revolucionaria de China (diciembre de 1936), Obras Escogidas, t. I.

Si el hombre quiere culminar su trabajo con éxito, es decir, lograr los resultados esperados, tiene que hacer concordar sus ideas con las leyes del mundo exterior objetivo; si no lo consigue, fracasa en la práctica. Después de sufrir una derrota, extrae lecciones de ella, modifica sus ideas para hacerlas concordar con las leyes del mundo exterior y, de esta manera, convierte el fracaso en éxito: he aquí lo que se quiere decir con la derrota es madre del éxito y cada fracaso nos hace más listos.

Acerca de la práctica (julio de 1937), Obras Escogidas, t. I.

Somos marxistas, y el marxismo nos exige que al examinar cualquier problema, partamos de los hechos objetivos y no de definiciones abstractas, y que formulemos nuestra orientación, política y medidas sobre la base del análisis de estos hechos.

Intervenciones en el Foro de Yenán sobre Literatura y Arte (mayo de 1942), Obras Escogidas, t. III.

El método fundamental de trabajo que todos los comunistas debemos tener bien presente, consiste en determinar nuestra línea de trabajo en función de las condiciones reales. Si examinamos las causas de nuestros errores, veremos que todos se deben a que nos apartamos de las condiciones reales existentes en un momento y lugar dados y trazamos subjetivamente nuestra linea de trabajo.

Discurso pronunciado en una conferencia de cuadros de la región liberada de Shansi-Suiyuán (1. de abril de 1948), Obras Escogidas, t. IV.

El idealismo y la metafísica son las cosas más fáciles del mundo porque permiten a la gente que disparate a gusto, sin basarse en la realidad objetiva ni someterse a la prueba de ésta. En cambio, el materialismo y la dialéctica requieren esfuerzos. Se fundamentan en la realidad objetiva y se someten a su prueba. Si uno no hace esfuerzos, caerá en el idealismo y la metafísica.

Nota de introducción a Materiales sobre la camarilla contrarrevolucionaria de Ju Feng (mayo de 1955).

Al tratar una cosa, debemos examinar su esencia y considerar su apariencia nada más que como guía que conduce a la entrada. Y una vez que cruzamos el umbral debemos aprehender la esencia de la cosa. Este es el único método de análisis seguro y científico.

Una sola chispa puede incendiar toda la pradera (5 de enero de 1930), Obras Escogidas, t. I.

La causa fundamental del desarrollo de las cosas no es externa sino interna; reside en su carácter contradictorio interno. Todas las cosas tienen contradicciones en su interior, de ahí su movimiento y su desarrollo. El carácter contradictorio interno de una cosa es la causa fundamental de su desarrollo, en tanto que su interrelación e interacción con otras cosas son causas secundarias.

Sobre la contradicción (agosto de 1937), Obras Escogidas, t. 1.

La dialéctica materialista considera que las causas externas constituyen la condición del cambio y las causas internas, su base; además, considera que las causas externas actúan a través de las internas. A una temperatura adecuada, un huevo se transforma en pollo, pero ninguna temperatura puede transformar una piedra en pollo, porque sus bases son diferentes.

Ibíd.

La filosofía marxista entiende que la ley de la unidad de los contrarios es la ley fundamental del universo. Esta ley tiene validez universal, tanto en la naturaleza y en la sociedad humana, como en el pensamiento del hombre. Los contrarios en una contradicción forman una unidad a la vez que luchan entre sí, lo cual impulsa el movimiento y el cambio en las cosas. En todas partes existen contradicciones, pero tienen diverso carácter según sea la naturaleza de las cosas. En cualquier cosa concreta, la unidad de los contrarios es condicional, temporal, transitiva y, por eso, relativa, mientras que la lucha entre los contrarios es absoluta.

Sobre el tratamiento correcto de las contradicciones en el seno del pueblo (27 de febrero de 1957).

El método analítico es dialéctico. Por análisis entendemos analizar las contradicciones en las cosas. Ningún análisis acertado es posible sin un conocimiento intimo de la vida ni una comprensión real de las contradicciones de que se trata.

Discurso ante la Conferencia Nacional del Partido Comunista de China sobre el Trabajo de Propaganda (12 de marzo de 1957).

Lenin dice que el análisis concreto de la situación concreta es lo más esencial del marxismo, el alma viva del marxismo. Muchos de nuestros camaradas, poco acostumbrados a pensar en forma analítica, no quieren analizar y estudiar repetida y profundamente las cosas complejas, sino que prefieren formular conclusiones simplistas que son absolutamente afirmativas o absolutamente negativas. (...) Desde ahora, debemos remediar este estado de cosas.

Nuestro estudio y la situación actual (12 de abril de 1944), Obras Escogidas. t. III.

La manera como estos camaradas enfocan las cuestiones es errónea. En vez de considerar sus aspectos esenciales o principales, destacan los no esenciales o secundarios. Es de señalar que hay que tratar estos últimos aspectos uno por uno sin subestimarlos, mas no debemos considerarlos como esenciales o principales, pues, de lo contrario, nos desorientaremos.

Sobre el problema de la cooperativización agrícola (31 de julio de 1955).

Las cosas en el mundo son complejas y las deciden diversos factores. Debemos examinar los problemas en sus diferentes aspectos y no en uno solo.

Sobre las negociaciones de Chungching (17 de octubre de 1945), Obras Escogidas. t. IV.

Sólo quienes abordan los problemas de manera subjetiva, unilateral y superficial dictan órdenes presuntuosamente apenas llegan a un nuevo lugar, sin considerar las circunstancias, sin examinar las cosas en su totalidad (su historia y su situación actual en conjunto) ni penetrar en su esencia (su naturaleza y las relaciones internas entre una cosa y otras). Semejantes personas tropiezan y caen inevitablemente.

Acerca de la práctica (julio de 1937), Obras Escogidas. t. I.

Al estudiar un problema, debemos guardarnos de la subjetividad, la unilateralidad y la superficialidad. Por subjetividad se entiende no saber abordar los problemas objetivamente, es decir, no saber abordarlos desde el punto de vista materialista. Ya he hablado de esto en mi trabajo Acerca de la práctica. Por unilateralidad se entiende no saber abordar los problemas en todos sus aspectos. (...) O puede llamarse ver la parte y no el todo, ver los árboles y no el bosque. De esta manera, no es posible encontrar el método para resolver las contradicciones, ni cumplir las tareas de la revolución, ni llevar a buen término el trabajo encomendado, ni desarrollar correctamente la lucha ideológica en el seno del Partido. Cuando decía Sun Wu en su exposición del arte de la guerra: Conoce a tu adversario y conócete a ti mismo, y podrás librar cien batallas sin correr ningún riesgo de derrota, se refería a las dos partes beligerantes. Wei Cheng, de la dinastía Tang, también comprendía lo errónea que era la unilateralidad cuando decía: Si escuchas a ambas partes, se hará en ti la luz; si escuchas a una sola, permanecerás en tinieblas. Pero nuestros camaradas a menudo examinan los problemas de manera unilateral y, por este motivo, dan con la cabeza en el muro. (...) Lenin dijo: Para conocer realmente un objeto hay que abarcar y estudiar todos sus aspectos, todos sus vínculos y mediaciones. Esto jamas lo conseguiremos por completo; pero la exigencia de estudiar las cosas en todos sus aspectos nos previene contra los errores y la rigidez. Debemos recordar sus palabras. Por superficialidad se entiende no considerar ni las características de la contradicción en su conjunto ni las características de cada uno de sus aspectos, no reconocer la necesidad de ir al fondo de una cosa y estudiar minuciosamente las características de su contradicción, sino limitarse a mirar de lejos y, después de una ojeada a los contornos generales de la contradicción, tratar inmediatamente de resolverla (responder una pregunta, zanjar una disputa, conducir un asunto o dirigir una operación militar). Semejante forma de proceder lleva inevitablemente a consecuencias funestas. (...) La unilateralidad y la superficialidad son también subjetividad, porque todas las cosas objetivas se hallan en realidad ligadas unas con otras y se rigen por leyes internas; sin embargo, hay personas que, en lugar de reflejar las cosas tal como son, las consideran de modo unilateral o superficial, e ignoran sus relaciones recíprocas y sus leyes internas; por tanto, su método es subjetivista.

Sobre la contradicción (agosto de 1937), Obras Escogidas, t. I.

Unilateralidad significa pensar en términos absolutos, es decir, enfocar los problemas metafísicamente. En la valoración de nuestro trabajo, es unilateral considerarlo o todo positivo o todo negativo. (...) Considerarlo todo positivo es ver sólo únicamente los elogios y no las críticas: Presentar nuestro trabajo como si fuera bueno en todos sus aspectos es contradecir los hechos. No es cierto que todo sea bueno; todavía existen deficiencias y errores. Tampoco es cierto que todo sea malo; pensar así también contradice los hechos. De ahí la necesidad de analizar. Negarlo todo es creer, sin ningún análisis que nada se ha hecho bien y que la grandiosa empresa de la construcción socialista, la gran lucha en que participan centenares de millones de personas, es un embrollo sin nada digno de elogio. Estos puntos de vista son sumamente erróneos y perjudiciales, y sólo pueden desalentar a la gente, aunque muchas de las personas que los sostienen se distinguen de las que son hostiles al sistema socialista. En la valoración de nuestro trabajo, es erróneo tanto el punto de vista de que todo es positivo, como el de que todo es negativo.

Discurso ante la Conferencia Nacional del Partido Comunista de China sobre el Trabajo de Propaganda (12 de marzo de 1957).

Al examinar cualquier cuestión, los marxistas deben ver no sólo las partes sino también el todo. Una rana en el fondo de un pozo dice: El cielo no es mayor que la boca del pozo. Esto no es cierto, porque el cielo no es del tamaño de la boca de un pozo. Estaría en lo cierto si afirmase que una parte del cielo es del tamaño de la boca del pozo, porque ello corresponde a la realidad.

Sobre la táctica de la lucha contra el imperialismo japonés (27 de diciembre de 1935), Obras Escogidas, t. I.

Debemos aprender a examinar las cuestiones en todos sus aspectos, a ver no sólo el anverso de las cosas sino también su reverso. En determinadas condiciones, una cosa mala puede conducir a buenos resultados, y una cosa buena, a resultados malos.

Sobre el tratamiento correcto de las contradicciones en el seno del pueblo (27 de febrero de 1957).

Junto con reconocer que, en el curso general del desarrollo histórico, lo material determina lo espiritual y el ser social determina la conciencia social, también reconocemos y debemos reconocer la reacción que ejerce lo espiritual sobre lo material, la conciencia social sobre el ser social y la superestructura sobre la base económica. Esto no va en contra del materialismo, sino que, justamente, evita el materialismo mecanicista y defiende el materialismo dialéctico.

Sobre la contradicción (agosto de 1937), Obras Escogidas, t. I.

En una guerra, los mandos no pueden pretender ganarla traspasando los límites impuestos por las condiciones objetivas, pero dentro de tales límites sí pueden y deben poner en pleno juego su actividad consciente en la lucha por la victoria. El escenario de acción para los mandos en una guerra debe construirse dentro de lo que permiten las condiciones objetivas, pero sobre este escenario pueden dirigir magníficas acciones de épica grandiosidad.

Sobre la guerra prolongada (mayo de 1938), Obras Escogidas, t. II.

El hombre debe adaptar su pensamiento a las condiciones que han cambiado. Claro está que nadie debe dejarse llevar por la fantasía, ni elaborar planes de acción a despecho de las condiciones objetivas, ni pretender lo que en realidad es imposible. Pero el problema actual es que las ideas conservadoras de derecha aún ocasionan funestos trastornos en muchos terrenos e impiden que el trabajo en esos terrenos marche a tono con el desarrollo de las circunstancias objetivas. El problema actual es que muchos consideran imposible lo que podrían cumplir si se esforzaran.

Prefacio a 'El auge socialista en el campo chino' (27 de diciembre de 1955).

Debemos utilizar el cerebro y pensar cada cosa cuidadosamente. Como dice el refrán: Frunce el entrecejo y se te ocurrirá una estratagema. En otras palabras, la mucha reflexión engendra sabiduría. Para deshacernos del hábito de actuar a ciegas, tan difundido en nuestro Partido, debemos alentar a nuestros camaradas a pensar, aprender el método analítico y cultivar el hábito del análisis.

Nuestro estudio y la situación actual (12 de abril de 1944), Obras Escogidas, t. III.

Si en un proceso hay varias contradicciones, necesariamente una de ellas es la principal, la que desempeña el papel dirigente y decisivo, mientras que las demás ocupan una posición secundaria y subordinada. Por lo tanto, al estudiar cualquier proceso complejo, con dos o más contradicciones, debemos esforzarnos al máximo por encontrar su contradicción principal. Una vez aprehendida la contradicción principal, todos los problemas se resuelven fácilmente.

Sobre la contradicción (agosto de 1937), Obras Escogidas, t. I.

De los dos aspectos contradictorios, uno ha de ser el principal y el otro, el secundario. El aspecto principal es el que desempeña el papel dirigente en la contradicción. La naturaleza de una cosa está determinada fundamentalmente por el aspecto principal de la contradicción, aspecto que ocupa la posición dominante.

Pero esta situación no es estática; el aspecto principal y el no principal de una contradicción se transforman el uno en el otro y, en consecuencia, la naturaleza de la cosa cambia.

Ibíd.

No basta con plantear tareas; hay que resolver, además, el problema de los métodos para cumplirlas. Si nuestra tarea es cruzar un río, no podremos hacerlo sin un puente o una embarcación. Mientras no se resuelva el problema del puente o la embarcación, será ocioso hablar de atravesar el río. Mientras la cuestión de los métodos no esté resuelta, será inútil hablar de las tareas.

Preocupémonos por el bienestar de las masas, prestemos atención a nuestros métodos de trabajo (27 de enero de 1934), Obras Escogidas, t. I.

En relación a cualquier tarea, si no se hace un llamamiento general, será imposible movilizar a las amplias masas para la acción. Sin embargo, si los dirigentes se limitan a lanzar un llamamiento general --si no se ocupan personal y concretamente, en algunas organizaciones, de la ejecución cabal del trabajo que llaman a realizar, abren una brecha en algún punto y adquieren allí experiencias para orientar a las demás entidades--, no podrán comprobar si es justo el llamamiento general ni enriquecer su contenido, y además correrán el peligro de que el llamamiento quede en letra muerta.

Algunas cuestiones sobre los métodos de dirección (1. de junio de 1943), Obras Escogidas, t. III.

Ningún dirigente puede dar orientación general a las entidades a su cargo, a menos que obtenga experiencia práctica de parte de determinados individuos y de ciertos asuntos en una entidad subordinada específica. Este método debe ser generalizado para que los cuadros dirigentes a todos los niveles aprendan a aplicarlo.

Ibíd.

En ningún lugar puede haber al mismo tiempo muchas tareas centrales. Sólo puede realizarse, en un lapso determinado, una tarea central, complementada por otras de segundo y tercer orden. Por lo tanto, el responsable principal de una localidad debe tener en cuenta la historia y circunstancias actuales de la lucha allí, y ordenar apropiadamente las diferentes tareas. No debe actuar sin plan propio, saltando de una tarea a otra según le lleguen de los organismos superiores, pues de lo contrario se verá enfrentado a una multitud de tareas centrales y sumido en la confusión y el desorden. Ninguna organización superior debe tampoco asignar simultáneamente muchas tareas a una organización inferior, sin indicar su importancia y su urgencia relativas ni especificar cuál es la tarea central, porque este modo de proceder llevará desorden al trabajo de la organización inferior y le impedirá conseguir los resultados previstos. El dirigente debe tener en cuenta la situación en su conjunto, elaborar su plan general a la luz de las condiciones históricas y las circunstancias existentes en cada localidad, decidir con justeza el centro de gravedad y el orden de ejecución de los trabajos para cada periodo, realizar con tenacidad lo decidido y asegurar el logro de determinados resultados: esto es parte del arte de dirigir.

Ibíd.

Debe mantenerse (cada buró o subburó del Comité Central del Partido) constantemente al corriente de la marcha del trabajo, intercambiar experiencias y corregir los errores; no debe esperar varios meses, medio año o un año antes de celebrar reuniones de balance para hacer una revisión general y una rectificación general de los errores. Dilatar conduce a grandes pérdidas, mientras que corregir los errores apenas surgen, reduce las pérdidas.

Sobre la política concerniente a la industria y el comercio (27 de febrero de 1948). Obras Escogidas. t. IV.

No dejen que los problemas se acumulen y causen muchas complicaciones antes de resolverlos. Los dirigentes tienen que marchar al frente del movimiento y no a la zaga.

Nota de introducción al artículo El contrato estacional (1955), El auge socialista en el campo chino.

Lo que necesitamos es un estado de ánimo entusiasta pero sereno, un trabajo intense pero ordenado.

Problemas estratégicos de la guerra revolucionaria de China (diciembre de 1936), Obras Escogidas, t. I.